Vicente repite y vuelve a exclamar aquello de "¡Ay, cómo me estás gustando!", esta vez con Elloína. Paula ha convertido sus mayores pasiones, la salud mental y los caballos, en un medio de vida, pero Andrea no compra su terapia. Manuel siente un flechazo inmediato con Victoria, pero la cara de ella delata que el sentimiento no es mutuo.